Conocer el estado de ánimo de nuestro perro ha de ser una cuestión que nos concierne al máximo. Si tenemos una mascota, está claro que hemos adquirido un compromiso con su bienestar.
La actitud de tu perro no nos puede resultar indiferente. Si su actitud no es la de un animal feliz, quizás tengamos alguna influencia en dicha conducta. Es bien sabido que nuestro perro se comporta en base a como lo hacemos nosotros.
Aprende a interpretar el estado de ánimo de tu perro: a continuación damos algunos consejos desde el ámbito del adiestramiento canino para aprender a reconocer cómo se sienten nuestros amigos de cuatro patas.
Los estados de ánimo de los perros
Los perros no tienen sentimientos complejos, como puedan ser los sentimientos de las personas. Sin embargo, sí que manifiestan sensaciones ante determinadas situaciones. Muchas de las sensaciones demuestran que poseen memoria, aunque no pueden manifestar otras sensaciones como, por ejemplo, rencor.
Una gran cualidad que poseen es la fidelidad. No en vano, es la más reconocible en los perros. Su afán de acompañarnos y protegernos siempre va a estar presente. Así que, si observamos que flaquean en esta actitud, empezaremos a preocuparnos.
Los perros son animales cargados de mucha energía, por lo que debemos alarmarnos si los vemos apáticos. Acudir a un veterinario para que descarte si están padeciendo una enfermedad que les haga perder las ganas de moverse es fundamental a la hora de analizar qué podemos hacer para evitar su desidia. Un etólogo canino también nos pueden echar una mano en estas situaciones.
También debemos fijarnos en si nuestra mascota está dejando de hacer algo que anteriormente formaba parte de su repertorio habitual de comportamientos o si está empezando a hacer algo nuevo que antes no realizaba (como por ejemplo morderse la cola). En este caso habría que acudir a un educador canino o a un etólogo.
Cómo identificar sus sentimientos
Los perros tienden a mostrar, mediante su cuerpo y los sonidos que emiten, esos sentimientos que hemos identificado como sensaciones. No poder articular palabras para demostrar cómo se sienten es sustituido por los movimientos del cuerpo y los ladridos.
Hemos de estar muy atentos, ya que no todos los perros tienen la misma fisonomía para mostrar sus sensaciones. Se producen combinaciones entre sus gestos con la cara, el cuerpo y la cola. En especial, con la primera. Recordemos que tienen muchos músculos en ella.
Si relajan la boca, están tranquilos. Con la retracción labial manifiestan su grado de agresividad o de estrés. Respecto a las orejas, tienen musculatura en el pabellón para orientarlas según los sonidos a los que quieren prestar atención. Si tienen las orejas puntiagudas, se encuentran en alerta o contentos. Si las relajan, significa que están en un estado de calma. Los perros que tienen sus orejas cortas, son mucho más expresivos.
Los ladridos, por su parte, reclaman atención o demuestran enfado. Con los ojos, los perros se orientan hacia la dirección que les interesa. Cuando los tienen entrecerrados, se manifiestan tranquilos. Si mantienen la mirada, manifiestan una mayor tensión. Y, si nos ponen esos llamativos y entrañables ojitos, es por el hecho de saber perfectamente que les sirven para conseguir sus objetivos. Tener la cola inmóvil y erguida es síntoma de excitación o de agresividad. Llevar la cola doblándola bajo el vientre es una señal de que el perro tiene miedo e inseguridad.
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Cómo veis nos conviene conocer el estado de ánimo de nuestro perro. Estudiemos sus signos visibles, ¡es muy fácil con nuestros consejos!. En cualquier caso, siempre podéis contactar con NOBLECAN para que os ayudemos a entender mejor a vuestra mascota.