Muchos perros tienen que utilizar bozal, este tipo de accesorios puede parecer un verdadero castigo para el animal. Sin embargo, un buen adiestramiento canino puede ayudarle a no identificar este elemento de forma tan negativa.
¿Cómo enseñar a tu perro a llevar el bozal?
De por sí, debes saber que existen muchos tipos de bozales. Algunos no están permitidos, por lo que es imprescindible escoger los que sean aptos para el perro. Una vez que escojas uno adecuado, debes intentar que se habitúe a este accesorio.
Pasos a seguir
- Uno de los primeros pasos es conseguir que se familiarice con el bozal.
- Puedes cerrarlo y abrirlo varias veces, mostrándoselo directamente. Intenta manipularlo de forma natural y sencilla, sin realizar movimientos bruscos.
- Intenta realizar esto durante varios días, antes de colocárselo directamente, dejándolo en el suelo para que lo inspeccione.
¿Cómo empezar a ponérselo?
- Empieza dejando que el perro huela el bozal y se acerque. Puedes ayudarle colocándole un trozo de comida en él, en el fondo del bozal, como si se tratase de un señuelo.
- Puedes repetir lo anterior durante varios días.
- Por supuesto, es importante dar golosinas y premios cuando el perro mantenga su hocico dentro de este accesorio mientras recoge el trocito de comida. Sabemos que existen muchos bozales que sí permiten dar premios a través de una pequeña abertura situada en la parte delantera.
- Una vez que hayas trabajado los pasos anteriores, debes pasar a abrochar el bozal mientras el perro ingiere el premio o trozo de comida.
- Intenta no ajustarlo en exceso.
- Posteriormente, puedes pasar a ajustarlo a su medida, siempre sin someterlo a excesiva presión.
- A partir de aquí, es solo cuestión de que el perro se habitúe a este accesorio.
Recomendamos dejarle el bozal puesto durante cortos espacios de tiempo para que se vaya adaptando. En todo este proceso recomendamos que nunca falten los elogios y las caricias para seguir reforzando la conducta positiva.
¿Qué bozales se adaptan mejor a los perros?
Como hemos comentado, es imprescindible escoger un bozal que permita que el perro esté cómodo y no sienta agobio con facilidad. Por ejemplo, el bozal de tubo (siendo de cuero o de tela) no lo aconsejamos porque no deja que el perro abra la boca, ni tan siquiera para jadear (por lo que no puede regular su temperatura corporal).
Por otro lado, el bozal de cesta puede ser el más adecuado. Lo recomendamos al poseer una rejilla que permite que el perro pueda jadear, beber agua e incluso tomar unas golosinas. Es muy cómodo y seguro.
Por supuesto, debes saber que para perros braquicéfalos (como el carlino, el bóxer o el bulldog) también existen bozales adaptados a su hocico.
¿Qué perros deben usar bozal?
Un perro con bozal no tiene por qué ser potencialmente peligroso, pero según la ley, determinadas razas pueden necesitarlo a lo largo de su vida. Por eso, es imprescindible un buen adiestramiento canino para que tu mascota se familiarice bien con él.
Te animamos a seguir los pasos anteriores para enseñar a tu perro y que no sufra con este accesorio.