Es ley de vida, al igual que nos sucede a nosotros, nuestros perros también envejecen, aunque ellos lo hacen a un velocidad muy superior a la nuestra. Y cuando llega su vejez, es importante entender estos cambios de edad y ajustar su rutina diaria para asegurarse de que nuestro perro reciba el mejor cuidado posible en sus años dorados.
En este artículo vamos a daros los mejores consejos acerca de como cuidar a un perro anciano, como mejorar su calidad de vida y como proporcionarle mayores comodidades.
¿Cuándo saber si mi perro es anciano?
La esperanza de vida de los perros varía mucho en función de su tamaño y de la raza, por lo general los perros de menor tamaño suelen ser más longevos y los mestizos viven más años que los perros de raza pura. Un perro de raza grande tiene una esperanza de vida de 12 años y se considera perro anciano a partir de los 9 años. En el caso de los perros de raza pequeña su esperanza de vida oscila entre los 15 y los 20 años, y se consideran perros ancianos a partir de los 12 años.
Hay otros detalles que nos indican que nuestra adorable mascota se está convirtiendo en un perro anciano. El primero de ellos es la presencia de canas en la cara. Este tipo de pelo blanco comienza a aparecer en torno al hocico y, a medida que nuestro perro envejece, se va extendiendo hasta poblar todo el rostro. Pero no es el único cambio físico que un perro anciano experimenta: el paso del tiempo también se manifiesta en la forma de caminar y en la mirada. En la forma de caminar, notaremos que lo hacen más despacio y de forma más cansada. En lo que respecta a la mirada, podremos detectarlo en que los párpados suelen estar más caídos sobre los ojos.
La reducción de energía también es un signo claro de envejecimiento en los perros, dejarán de ser tan activos y se volverán mas tranquilos. Aunque eso no significa que no quieran salir a pasear y saludar a otros perros.
Los cambios de comportamiento en el hogar también son típicos en perros ancianos, se vuelven mas cariñosos, mas familiares y en ocasiones incluso comienzan a tener miedo a quedarse solos, desprotegidos. Incluso se echan más siestas de lo normal o, incluso, se desorientan con más facilidad. Debes estar pendiente, además, por si se desarrolla alguna enfermedad asociada con la edad.
Todos estos síntomas forman parte del proceso normal de la vejez, pues el cuerpo de tu perro también se desgasta. Por este motivo, es una muy buena idea proporcionar a un perro anciano cuidados específicos para esta etapa de su ciclo vital. De este modo, mantendrás a tu perro sano durante más tiempo y con mejor calidad de vida.
¿Qué tipos de cuidados debe tener un perro anciano?
A continuación detallamos los cuidados que deben tenerse en cuenta para el bienestar de un perro anciano.
La alimentación de un perro anciano
La alimentación es un aspecto clave en el cuidado de un perro anciano. A medida que un perro envejece, su metabolismo se ralentiza y sus necesidades nutricionales cambian. Por lo tanto, es importante ajustar la alimentación del perro anciano para asegurarse de que reciba los nutrientes necesarios. El pienso, recuerda, que sea bajo en calorías y sin olvidar que las croquetas sean blandas.
Una alimentación adecuada para un perro anciano debe ser rica en proteínas y baja en grasas. Las proteínas ayudan a mantener la masa muscular y a prevenir la pérdida de músculo, algo que es común en los perros ancianos. Sin embargo, la alimentación no debe contener demasiadas grasas, ya que aumentan el riesgo de obesidad y otras enfermedades.
Si tu perro se encuentra en buena forma física y come sin problema deberás cambiar su alimentación a un pienso light o senior. Estos piensos tienen menos calorías y es específico para esta etapa de su vida. Recuerda que debe ser un alimento de calidad.
La alimentación debe ser rica en antioxidantes (vitamina C), para que el envejecimiento celular se ralentice. También necesita un alimento con vitaminas y minerales, pero con un contenido moderado de fósforo.
Con la edad, los perros tienden a desarrollar problemas articulares, problemas de movilidad y artritis. Para mantener fuertes sus articulaciones es recomendable darles condroprotectores y alimentos ricos en ácidos grasos que puedes encontrar, por ejemplo, en el aceite de salmón, y de esta forma se contrarresta también la pérdida de elasticidad en la piel.
Si tu perro anciano come demasiado rápido y tienes miedo que sufra una torsión gástrica puedes esparcir el pienso sobre un suelo limpio. De esta forma le ayudarás a utilizar el olfato y comerá más despacio.
Además, los perros ancianos pueden experimentar problemas dentales. Por lo tanto, se recomienda darles alimentos suaves o proporcionarles alimentos secos y duros que les ayuden a mantener su dentadura limpia y sana. Cepillar los dientes de tu perro es la mejor opción. Si no se deja, puedes darle golosinas dentales que le quitarán el sarro y le refrescarán el aliento.
Al elegir alimentos para un perro anciano, es esencial buscar alimentos que sean específicamente formulados para perros mayores y/o que tengan una buena reputación en la industria alimentaria de mascotas. Los alimentos para perros de alta calidad serán ricos en proteínas de origen animal, vitaminas, minerales y antioxidantes. También es importante asegurarse de que el perro tenga suficiente agua fresca y limpia para beber.
Cómo deben ser los paseos y el ejercicio del perro anciano
Los paseos para perros ancianos deben ser adaptados a sus necesidades y capacidades físicas. Los perros ancianos suelen tener menos energía y resistencia que los perros jóvenes, por lo que los paseos deben ser más cortos y más regulares. Deben ser suaves y a baja velocidad, permitiendo al perro tomar su tiempo para oler y explorar en su propio ritmo. Te recomendamos dar más paseos pero más cortos (nunca superiores a 30 minutos) especialmente por la mañana temprano o por la tarde al caer el sol. Si nos encontramos bajo el sol directo de mediodía puede ser perjudicial ya que les produce un calor excesivo e innecesario. Hay que proporcionarles sombra y agua fresca en caso de que sea necesario. No solo tendremos que evitar las horas de más calor del día sino, también, las horas de más frío. Las altas temperaturas pueden sofocar en exceso a nuestro perro, pero las bajas temperaturas pueden hacer que sus articulaciones sufran más de la cuenta.
El ejercicio moderado del perro anciano ayuda a prevenir enfermedades degenerativas como la artritis, que ataca a las articulaciones de nuestro animal. Ayuda a mantener su musculatura y controlar la obesidad, un factor de riesgo en esta etapa. Y pasear con él también, muy importante, le ayuda a seguir socializando con el resto de perros.
No tires de la correa, ten paciencia con él durante los paseos aunque vaya más lento o no quiera caminar en ocasiones. Lleva contigo siempre unas golosinas caninas para motivarle.
Nunca debemos forzarle a correr ni a ejercitarse, tampoco a dar grandes caminatas/paseos ni mucho menos a jugar cuando el no quiera. Simplemente debemos mantener nuestra rutina de paseos dejando que él marque el ritmo. Si se cansa y quiere sentarse a oler cosas, nos sentaremos con él. Si quiere caminar despacio, iremos despacito.
Trata de evitar superficies deslizantes con algunas ayudas extra: alfombras o zapatos especiales para perros, rampas para que pueda subir al coche o al sofá, etc.
Estimulación sensorial para perros ancianos
A medida que envejecen, los perros pueden experimentar reducción de la vista, el oído y hasta puede que el olfato. Algunos perros pueden llegar a padecer disfunción cognitiva, que en los humanos equivale a la demencia senil. Por eso, es importante no dejar de estimularlos, para que puedan mantener por más tiempo sus capacidades mentales.
Existen diversas prácticas que pueden contribuir a la estimulación cognitiva y sensorial de los perros ancianos, entre ellas:
- Establece una rutina diaria que incluya paseos, comidas y descansos siempre en el mismo horario. Paseos cortos y regulares proporcionan una oportunidad para explorar y descubrir nuevos olores y lugares.
- Enriquece su ambiente con juegos y juguetes con los que el perro tenga que buscar premios u objetos, con juguetes masticables e incluso juguetes interactivos que guardan premios en su interior para que mastique y mantenga su cerebro ocupado.
- Proporcionar premios y golosinas caninas de vez en cuando para motivar a nuestro perro anciano y premiar su buen comportamiento.
- Practicar ejercicios de obediencia básica, como sentarse, venir y quedarse quieto. El entrenamiento estimula la memoria y la capacidad cognitiva de los perros.
- Si tu perro se desorienta ayúdale con estímulos nuevos, sonidos diferentes, olores, etc. Por ejemplo, velas aromáticas o música que le ayuden a identificar cada estancia de la casa.
En general, es importante tener en cuenta que la estimulación sensorial y cognitiva es crucial para mantener la salud y el bienestar mental y físico de los perros ancianos, lo que a su vez contribuye a una mejor calidad de vida en sus años dorados.
Cuidados en casa
Al igual que los humanos, los perros ancianos requieren dentro de casa ciertos cuidados especiales para poder vivir con comodidad y salud.
Es fundamental velar porque nuestro perro anciano descanse correctamente. Algo que podemos conseguir creando un espacio tranquilo y libre de obstáculos para él pero, también, ofreciéndole un espacio para descansar acorde a sus necesidades optando por camas y cunas para perros que les permitan sentirse cómodos. Además y por lo general, debido a la edad algunos perros empiezan a tener dolores en su cuerpo (de huesos, de musculatura) y también les cuesta regular la temperatura. Por estos motivos es básico que dispongan de una cama amplia, cómoda y acolchada donde reposar, recuerda que los perros mayores duermen mucho.
Es normal que el perro anciano cambie de comportamiento o actitud dentro del hogar, quizás notas que te sigue de forma más exagerada: puede ser consecuencia de carencias en sus sentidos, tienen miedo de estar solos. Te recomendamos que le ofrezcas confianza y que siempre cuentes con él para ir a la cocina o al salón, te lo agradecerá.
Si tienes escaleras en tu casa que tu perro no puede evitar, sería buena idea añadir una rampa para facilitarle la subida y bajada, ya que la artritis puede hacer que le resulte muy difícil caminar por las escaleras.
Los perros ancianos pueden necesitar más compañía que los perros más jóvenes, así que asegúrate de pasar tiempo con ellos durante todo el día, para evitar que se sientan solos y deprimidos. Es posible que tenga dolores y no se sienta bien todos los días, por lo que necesitará más amor y atención. Una buena idea es pasar más tiempo con él acurrucado en el sofá.
Si estamos en verano y hace mucho calor, debemos procurar poner su lugar de descanso en una zona fresca (siempre cercana a nosotros) para que se sienta bien. Si estamos en invierno, procuraremos poner su área de descanso en un lugar cálido, donde pueda dormir calentito.
Te recomendamos que comiences a dar masajes a tu perro anciano, para relajar sus músculos y afianzar vuestros lazos afectivos.
Por otro lado, es normal que un perro anciano pierda el control de su vejiga y sin querer, orine en casa o en sitios donde jamás lo hubiera hecho antes. Recuerda que no debes regañarle nunca, solamente usaremos el refuerzo positivo.
Deja siempre agua fresca a su disposición y algunos juguetes para que se entretenga cuando el quiera mordisquearlos. recuerda que a los perros ancianos, aunque menos, también les gusta jugar.
Siguiendo estos consejos y prestando atención a las necesidades individuales de tu perro, puedes ayudar a que tu perro anciano tenga una vida feliz y cómoda en su hogar.
Aumento de las revisiones veterinarias
Los perros ancianos pueden necesitar revisiones veterinarias más frecuentes que los perros jóvenes para detectar lo antes posible problemas de salud y recibir un tratamiento adecuado. Se recomienda hacer de dos a cuatro visitas al año al veterinario para un chequeo completo, dependiendo de la edad y el estado de salud general del perro. Se recomienda llevar a cabo una analítica cada seis meses como mínimo para asegurarnos que todo está bien.
Durante estas visitas, el veterinario puede realizar exámenes de sangre y orina, radiografías y otros análisis para detectar problemas de salud subyacentes, como enfermedades del riñón, enfermedades cardíacas, tumores y otras afecciones comunes en perros mayores.
Además de estas revisiones regulares, es importante estar atento a cualquier cambio en el comportamiento o en la salud del perro y llevarlo al veterinario lo antes posible si se detecta algo inusual. Estos cambios pueden incluir pérdida de apetito, aumento o pérdida de peso, letargo, dificultad para caminar, cambios en la piel o el pelaje, y otros síntomas que puedan indicar problemas de salud.
Ya que un perro mayor se mueve más despacio, es más fácil para una garrapata saltar sobre él y empezar a alimentarse. Si la garrapata es portadora de la enfermedad de Lyme puede acarrear complicaciones en su salud. También debes hacer chequeos regulares para detectar los ácaros del oído, que pueden ser muy incómodos.
Enfermedades de un perro anciano
Los perros mayores pueden ser más propensos a ciertas enfermedades relacionadas con el envejecimiento, aunque cada perro es único y su susceptibilidad a las enfermedades depende de múltiples factores como la genética, el historial médico y el estilo de vida. Algunas enfermedades comunes que pueden afectar a los perros ancianos incluyen:
- Artrosis: la artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que se desarrolla con el tiempo, y puede causar dolor e inflamación en las articulaciones del perro.
- Enfermedades renales: los riñones de los perros mayores pueden no funcionar tan bien como los de los perros más jóvenes, lo que puede llevar a enfermedades renales crónicas.
- Problemas cardíacos: los perros ancianos tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, como enfermedades de las válvulas cardíacas, enfermedad cardíaca congestiva y enfermedad arterial.
- Sordera y ceguera: la pérdida de la audición y la vista es común en los perros mayores, y puede afectar a su calidad de vida.
- Diabetes: la diabetes también puede afectar a los perros mayores, y puede requerir tratamiento médico y cambios en la dieta.
- Tumores, quistes, cáncer, pérdida de dientes, problemas de sarro en sus dientes, torsión gástrica, displasia de cadera, cirrosis, incontinencia, cálculos, anemia , hipotiroidismo, etc.
Es importante tener en cuenta que estas enfermedades pueden ser tratadas con éxito si se detectan rápidamente y se siguen las recomendaciones del veterinario. Además, llevar a tu perro a revisiones veterinarias regulares puede ayudar a detectar cualquier problema de salud antes de que se convierta en un problema mayor. Siempre es recomendable consultar a un veterinario cuando se detectan síntomas o cambios en el comportamiento del perro.
Es importante que dediques cada día un rato a palpar la piel de tu perro y a acariciarlo para descubrir si tiene puntos de dolor, nadie mejor que tu puede hacerlo.
Además es importante que lleves a cabo el vaciado de las glándulas anales, un problema común en los perros de edad avanzada. Si no te ves capacitado para hacerlo puedes llevarle al veterinario o al peluquero canino.
Conclusiones
En resumen, cuidar a un perro anciano requiere prestar atención a sus necesidades cambiantes y adaptar su entorno y rutina diaria en consecuencia. Poner en práctica estos cuidados básicos pueden marcar una gran diferencia para garantizar la salud y el bienestar de nuestro amigo de cuatro patas.
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