Aparte de ocio, el juego en el perro forma parte imprescindible de su bienestar físico, mental y emocional. Por una parte, porque se trata de un animal social que necesita jugar para despertar sus habilidades. Por otro lado, porque es jugando como el perro crea vínculos afectivos.
En este artículo vamos a tratar sobre todo lo relacionado con la importancia del juego para tu perro.
Beneficios y la importancia del juego para tu perro
El juego en los perros ayuda a su desarrollo intelectual y les estimula a comprender mejor su entorno, aprender reglas básicas de conducta, aprender a controlar su fuerza y a desarrollar destrezas.
El cachorro muerde y es mordido por sus hermanos, salta, sube todo tipo de obstáculos, trata en todo momento de resolver a nivel cognitivo problemas complicados. Todo ésto provoca que haya una adaptación a su entorno inmediato, lo que en el futuro facilita el acercamiento a cualquier estímulo nuevo que le pueda surgir, teniendo una respuesta distinta para cada situación diferente.
El juego además les ayuda a socializarse (tanto si juegan con otros perros como con humanos), a desarrollar diferentes habilidades y les aporta nuevas estrategias para conseguir un acercamiento y un contacto físico entre ellos. Los perros aprenden a respetar a los demás, además de liberar energía y desahogarse, lo que impide la aparición de estrés, ansiedad y comportamientos destructivos o agresivos.
Además, los juegos con humanos ayudan a reforzar el vínculo entre ambos. Jugar con tu perro es una actividad que debería llevarse a cabo diariamente. Gracias al juego educamos y controlamos los siguientes aspectos de nuestros perros:
- inhibición de la mordida: no se puede evitar que tu perro te mordisquee mientras juega, pero se le puede educar para que contenga la fuerza de sus mordiscos y no muerda de forma descontrolada.
- control de la tensión y sobreexcitación: tanto si juega con otros perros como si juega con nosotros, hemos de controlar que no suba de tensión ni de excitación para evitar conflictos innecesarios. Ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda parar el juego, esperar a que se calme y después permitirle que siga jugando pero con una energía más baja.
- control de la conducta de posesión: si observas que adopta una actitud temperamental o que no quiere devolverte el juguete, interrumpe el juego. Debe aprender que así no se juega y que el juego se acaba.
- aprendizaje de ejercicios de obediencia: como mirar, sentarse, tumbarse, parar, quieto, dar la pata, traer la pelota, girar, etc.
- realización de modificaciones de conductas: mediante el trabajo con el juego el perro aprende jugando y se mantiene con él un vínculo afectivo, sano y natural.
Además el juego servirá para evitar trastornos conductuales en los perros, como por ejemplo morderse la cola.
Tipos de juegos
Existen diferentes tipos de juegos:
- Juegos con otros perros: fundamentales para socializar entre ellos y en los que debemos controlar la sobreexcitación y las tensiones innecesarias.
- Juegos físicos con nosotros: juegos en los que el perro se divierte físicamente con nosotros (lanzarle una pelota, realizar saltos por obstáculos, correr con él, etc).
- Juegos de olfato: juegos en los que el perro tiene que encontrar un objetivo (comida, juguete o sustancia) mediante la nariz. Aquí conviene evitar que el perro se frustre y lo asocie como algo negativo.
- Juegos de estimulación mental: juegos en los que el perro tiene que pensar para resolver un problema y conseguir un objetivo. Hay que evitar que el perro se frustre por no conseguir el objetivo.
- Juegos de obediencia básica: con juegos como mirar, dar la pata, traer la pelota, sentarse, girar, tumbarse, etc, reforzamos el aprendizaje de ejercicios básicos de obediencia que son fundamentales para su educación, además de reforzar el vínculo humano-perro. En NOBLECAN sabemos mucho de esto.
- Juegos en solitario: juegos en los que el perro se entretiene por sí mismo con un Kong, hueso prensado de piel, mordedor, cuerda de nudos, pelota, etc.
- Juegos para saciar instintos: juegos acordes a sus instintos, como perseguir un trofeo (pelota, cuerda de nudos, etc) y traernoslo, simulación de pastoreo, etc.
- Juegos para reforzar el vínculo con nosotros: juegos en los que lo importante no es el juguete, sino el juego con nosotros. Puede haber un juguete en segundo plano como una pelota, cuerda de nudos, mordedor, etc, pero lo importante es que nosotros somos la parte activa del juego.
Para saber más sobre la importancia del juego para tu perro, si quieres puedes leer también este artículo.
Y tú, ¿qué rutinas de juegos llevas a cabo con tu perro?.