La amistad de un niño y su perro puede llegar a ser uno de los mejores recuerdos de la infancia. Crecer junto a esta mascota que brinda amor incondicional tiene muchas ventajas y nos proporciona beneficios tanto físicos como emocionales.
Beneficios de que tu hijo crezca junto a un perro
Los padres quizás no sean del todo conscientes de la gran cantidad de efectos positivos que conlleva que los perros sean compañeros de sus hijos. Para lograr con plenitud estos efectos el adiestramiento canino es fundamental.
Un niño que interactúa con una mascota desarrolla su capacidad de empatía y su intuición. Los niños aprenden a transigir, a compartir y a jugar. Los niños que tienen mascotas son más sociables que los demás y entablan relaciones sociales con más facilidad.
Sentido de responsabilidad
Las pequeñas tareas relacionadas con el cuidado de la mascota que son compartidas con los padres, permiten al niño aprender a cuidar de un ser vivo y a responsabilizarse. Entender sus necesidades y asumirlas es un importante estímulo para el desarrollo de la responsabilidad del niño.
Autoestima
El cariño que estas mascotas profesan y la devoción que pueden manifestar a su compañero de juegos infantil son muy beneficiosos. El niño se siente acompañado, tenido en cuenta, querido y admirado, lo que aumenta su autoestima.
Apoyo emocional
Acariciar a un perro eleva la producción de las endorfinas en los humanos («hormonas de la felicidad») , lo que ayuda a vencer la ansiedad y la depresión. La simple presencia de la mascota produce en los niños una sensación reconfortante. Los síntomas relacionados como cefaleas y dolores abdominales pueden prevenirse, pues los perros tienen la capacidad de entender cuándo nos sentimos afectados y es fácil intercambiar cariño con ellos. Todos estos son aspectos muy importantes para la salud emocional tanto de los niños como de las personas adultas.
Salud física
La continua actividad que se desarrolla con el perro, los juegos y las persecuciones son un medio para prevenir el sedentarismo y con ello la obesidad infantil. Este es un problema frecuente y propicia el desarrollo de otras enfermedades. Además, el contacto con el animal regula la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Los niños que conviven con perros tienen menos de riesgo de tener infecciones respiratorias y tienen menos probabilidades de sufrir infecciones de oído.
Respeto por los animales
Un niño que crece junto a una mascota aprenderá mucho sobre la naturaleza. Podrá así valorar, respetar y querer a todos los seres vivos.
Educación canina y adiestramiento
La convivencia armoniosa entre el niño y su mascota es fundamental para conseguir las ventajas descritas. Para ello, es importante contar con la asesoría y la ayuda de un educador canino, adiestrador canino o etólogo canino. Estos profesionales poseen los conocimientos necesarios y dominan las destrezas/técnicas requeridas para modificar las posibles conductas inadecuadas de los perros.
Papel del educador canino
La educación de un perro para que la convivencia sea buena y para que no desarrolle comportamientos inadecuados es una tarea que debe empezar desde que es un cachorro y llega al hogar. Esto también contribuirá a que el niño respete a su mascota durante la convivencia, ya que se le explicarán aspectos importantes de la conducta canina.
Un perro convenientemente educado es la mejor compañía para un niño. Y es indudable que la mejor manera de vivir una infancia feliz es acudir a los mejores profesionales. El papel del educador canino de NOBLECAN será explicar a la familia las pautas necesarias para lograr una convivencia adecuada entre la mascota y la familia, incluyendo al niño.
En el siguiente artículo de nuestro blog podéis consultar las razas de perros ideales para convivir con niños.