¿Los perros tienen ombligo?

Esta pregunta suele suscitar una gran curiosidad. Tanto si tienes perro como si no, puede que alguna vez te hayas cuestionado dónde está o hayas tenido dudas acerca de las características que tiene el ombligo de un perro. Has llegado al artículo que resolverá todas tus dudas al respecto.

¿Qué animales tienen ombligo?

Para contestar, lo primero que tenemos que hacer es analizar qué es el ombligo exactamente. Esta marca no es más que la cicatriz que queda tras el corte y la caída del cordón umbilical de las crías tras el parto. El cordón es el que permite su desarrollo en el útero materno durante todo el periodo de gestación, pues ha sido el encargado de llevarle los nutrientes y el oxígeno necesario.

Siendo, por tanto, condición indispensable la existencia de dicho cordón, los mamíferos vivíparos placentarios son los únicos animales con ombligo. En esta afirmación caben dos excepciones: los marsupiales y los ornitorrincos. Mientras que los primeros (koalas y canguros) se desprenden del cordón umbilical cuando todavía están en la bolsa marsupial, los segundos ponen huevos.

Dentro de la categoría de mamíferos vivíparos placentarios encontramos animales como ratones, conejos, monos, elefantes, caballos, delfines y ballenas, entre muchos otros. Y sí, todos ellos tienen ombligo, aunque te resulte extraña la idea.

¿Los perros tienen ombligo?

Los perros, como cualquier otro mamífero placentario, tienen ombligo. Normalmente es la madre la que corta el cordón umbilical de sus cachorros una vez ha dado a luz, y la parte que permanece conectada al cuerpo de las crías cae a los pocos días.

La confusión sobre si tienen o no esta cicatriz deriva del hecho de que no tiene la apariencia a la que estamos acostumbrados. Pese a que el ombligo tiene tantas formas como cuerpos existen, es fácilmente detectable en los humanos. Pero ¿sabrías decir cómo es o donde está el ombligo de un perro?

¿Qué aspecto tiene el ombligo de un perro?

El ombligo en los perros es una hendidura poco visible, circunstancia que responde a dos cuestiones. Primera, que la barriga del animal está cubierta de pelo; por muy corto o escaso que sea, siempre te resultará más complicado identificarlo a primera vista. Segunda, que suele ser una marca bastante pequeña. Cuando el cachorro nace tiene un tamaño muy reducido, mucho más que el de un bebé humano, por lo que su cordón umbilical es sensiblemente más pequeño que el nuestro. Además, la recuperación de su piel avanza más rápidamente, y no necesita un proceso de cicatrización tan largo como el de los humanos.

Como mucho, en estos primeros estadios de su vida podrás ver un pequeño bultito rosado y liso donde una vez estuvo el cordón umbilical que lo unía a su madre.

¿Dónde está el ombligo de los perros?

Seguro que ahora estarás deseando ver cómo es el ombligo de tu perro. ¿Sabes dónde localizarlo?. Debes buscar por la zona del bajo vientre, en el punto intermedio entre las costillas y las patas traseras. Dependiendo de cómo haya sido su cicatrización, quizás notes un ligero relieve, pero lo normal es que sea una levísima hendidura casi imperceptible.

No obstante, ten en cuenta que, si tu perro está sano, el mejor indicativo de ello es que no puedas ver ni tocar su ombligo a la primera. 

Enfermedades relacionadas con el ombligo

Si, por el contrario, percibes una protuberancia, hinchazón o alteración en la zona, debes acudir al veterinario lo antes posible. Podría estar desarrollando una hernia umbilical; si es grande, o se encuentra en un estado avanzado, lo más probable es que requiera de un tratamiento específico o de una intervención quirúrgica. Cada caso clínico es diferente, por lo que el diagnóstico profesional será lo único que te indique, de forma acertada, lo que le ocurre a tu mascota.

Lo habitual es que este tipo de hernia aparezca en los primeros días de vida del animal. Puede haberse generado si la madre cortó con los dientes el cordón demasiado cerca de la panza de la cría. La herida, si no se cierra correctamente bajo la piel, puede ser un punto de salida para la grasa e intestinos del cachorro. La distinguirás por ser una especie de bulto duro en la barriga.

Se recomienda esperar un plazo aproximado de seis meses para ver cómo evoluciona y si el organismo es capaz de reducirla por sí mismo. Pasado ese tiempo, si ves que no disminuye, o que se ha agravado la situación, acude al veterinario para que te aconseje la mejor solución.

Aunque cada perro es un mundo, hay razas propensas a desarrollar estas problemáticas como los terrier o los beagle.

El ombligo canino puede parecer un tema insignificante, pero si tienes perro sabrás la importancia que tiene cada pequeño detalle para su salud y calidad de vida. Cuanto más sepas de su anatomía, más rápidamente podrás detectar cualquier anomalía para ponerle una solución inmediata.

Juan Carlos Castilla Elena

Fundador y director de NOBLECAN Adiestramiento canino, adiestrador, educador canino titulado con nº de licencia 08/13, etólogo canino, juez canino y miembro federado nº 919/2017 de la Asociación Nacional de Adiestradores Caninos Profesionales (ANACP).